Hoy me gustaría compartir con vosotros una de las cosas que hace que la medicina familiar y comunitaria sea mágica...
Ayer recibí un correo electrónico de Lydia, mi tutora durante la residencia, en el que me recordaba una historia, uno de esos "momentos" que sucedían en su/nuestra consulta.
"Hace años, cuando era residente de primer año, presenté un caso en las Jornadas de Residentes de Catalunya que organiza la @camfic. El caso trataba de una mujer diagnosticada de linfedema unilateral sin otra clínica acompañante. Se trataba de un hallazgo "raro" sobretodo porque las pruebas complementarias no daban más información sobre el mismo.
Recuerdo que cuando acabé mi exposición oral sobre el caso, un miembro del Comité Científico se acercó a mi y me felicitó por el trabajo realizado. En ese momento me comentó que era una lástima que fuera un caso sin un final cerrado (es decir, sin un diagnóstico definitivo, un tratamiento, evolución...¡Aix! ¡Cómo nos gusta a los médicos esto!). Cuando volví de las Jornadas, le expliqué lo sucedido a Lydia y ella me miró con aquella mirada llena de intención: - Iris, todavía necesitas tiempo para aprender que no todo es lo que parece, que se necesita tiempo para ver hacía donde van las cosas, las enfermedades, las personas... ¡ten paciencia!
En este correo electrónico, Lydia me explicaba que a su/nuestra paciente le habían diagnosticado un tumor. Este diagnóstico es uno de los que, según la bibliografía, podíamos encontrar o en aquel momento o en la evolución del mismo".
Y así, años después de aquella exposición oral en la Jornadas de Residentes, años después de varias citas médicas con aquella mujer de quien recuerdo el nombre y dudo jamás olvide, tiempo después de haber completado mi residencia, hoy vuelvo a aprender y a reencontrarme con una de las claves de nuestra profesión. Gracias a la posibilidad de seguir al paciente durante el tiempo, de la continuidad asistencial, de las horas invertidas en nuestros pacientes y sus familias, conseguimos llegar al final de las historias y, de esta manera, intervenir de forma precisa en el momento del diagnóstico inicial. Esto es a lo que nos referimos con diagnóstico precoz, con acompañar y es en esto en lo que se basa nuestra especialidad.
Hoy, con vuestro respeto, le dedico esta publicación a la mujer que me ayudó a aprender un poco más sobre medicina y en especial a Lydia, ¡mi tutora en el sentido más amplio! Sus consejos, su buen hacer y sus miradas, me acompañaran el resto de mi vida.
Hoy, con vuestro respeto, le dedico esta publicación a la mujer que me ayudó a aprender un poco más sobre medicina y en especial a Lydia, ¡mi tutora en el sentido más amplio! Sus consejos, su buen hacer y sus miradas, me acompañaran el resto de mi vida.
Gracias por compartir uno de mis post publicados en www.agoramedica.es Me hace especial ilusión saber que nuestro mensaje es compartido y el sentimiento único. Us abrazo desde Barcelona
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