sábado, 1 de julio de 2017

Abogacía por la medicina familiar en los programas de salud: De la falta de integración del enfoque familiar y comunitario. II Parte.

Articulo de Dra. Ana María León


Hace días atrás compartimos de forma ampliada un artículo que muestra como la verticalidad de los programas ministeriales dificultan la integración del modelo integral en las prestaciones que se espera sean entregadas a los usuarios y sus familias.

En el caso del programa de Tuberculosis, la adherencia terapéutica es uno de los factores más importantes en el manejo las personas portadoras de la enfermedad, siendo éste un fenómeno complejo que va mucho más allá de tomarse los medicamentos, pues está condicionado por múltiples factores y componentes subjetivos del ser humano, que terminarán siendo un repertorio de comportamientos que la persona adopte respecto de las recomendaciones consensuadas junto al profesional sanitario.

Por lo anterior como médicos familiares proponemos sean incorporadas algunas acciones concretas que permitirían generar resultados de mayor impacto en las intervenciones a realizar:

1. El tratamiento de la persona con tuberculosis que tiene redes de apoyo familiar debiese ser asumido en forma co-rresponsable, involucrando activamente a la familia en la administración de los fármacos.
2. Para las personas en situación de calle, debiesen potenciarse los recursos comunitarios existentes en el territorio y motivarlos a comprometerse en el seguimiento de los casos.
3. En aquellos territorios donde existe hacinamiento, generar instancias de trabajo intersectorial que permitan abordar la situación
4. Incorporar al conjunto del equipo del CESFAM en el diagnóstico, seguimiento e intervención familiar. Esta no debe ser responsabilidad única del encargado de tuberculosis.
5. Incorporar la realización de talleres para la persona con tuberculosis y su familia en base a técnicas educativas que se hayan probado útiles en la entrega de conocimientos a adultos tales como la educación participativa, enfocados en fortalecer el rol de la familia en el cuidado de cada uno de sus integrantes.
6. Educaciones sobre la enfermedad considerando que está estigmatizada, con miras a generar alianza terapéutica tanto en la adherencia a fármacos como a los estudios que se requieran para evaluar y/o tratar los contactos.
7. Generar de forma participativa con la familia guíasanticipatorias de la crisis no normativa que significa el diagnóstico que muchas veces llevan a reacciones inadecuadas, alejamiento del enfermo y pérdida de la continuidad terapéutica.
8. Incluir de forma regular a lo menos un integrante de la familia en los controles de manera de fortalecer la alianza de tratamiento.
9. Abordaje del problema de salud con educaciones al interior de los lugares de trabajo, considerando que han existido experiencias de pérdidas de sus puestos laborales debido a la estigmatización de la enfermedad, acompañando esta estrategia de pesquisa de acuerdo a la realidad local.
10. Trabajar la perspectiva de género, de acuerdo a cada caso ya que en ocasiones las largas jornadas laborales hacen que las intervenciones más adecuadas sean las de los grupos de trabajo.
11. En el caso de los adultos mayores que están institucionalizados, es importante reforzar a los cuidadores de manera que sean corresponsables en la prevención de la enfermedad.

En general, sugerimos incorporar de forma sistemática en este trabajo los temas generativos que se vayan dando respecto de la enfermedad de manera de reforzar constantemente el aprendizaje de las personas y sus familias en la prevención de la enfermedad.

 

Laura Moreira Mera

Fernando Cáceres

Patricia Vargas

Martin Plaza

Andrés Glasinovic

Diana Cáceres

Jose Luis Contreras

Kathia Ruiz

Jorge López

Pamela Llanten

Alfredo Pacheco

Marcela Pedraza

Julio Montero

Ana María León