sábado, 30 de agosto de 2014

“Certificación” de la especialidad de Medicina Familiar.

Agradezco la posibilidad de poder compartir con ustedes algunas de mis inquietudes referente al tema de “certificación” de la especialidad de Medicina Familiar.
Yo soy uno de aquellos médicos que hemos trabajo en la salud primaria y pública desde el egreso de la carrera. Hice 6 años de clínica y ya llevo 3 de administración como directora de un CESFAM. Debo confesarles además que tengo los diplomas de Salud Familiar (Universidad de Chile) y los de medicina familiar básico y avanzado (por la Universidad Católica y el consorcio universitario), dos de estos autofinanciados. Pues bien, este año, el servicio de salud reiteró la invitación de participar en la postulación para reconocer la especialidad en MF. Como directora, hice la postulación de todos los médicos de mi centro, teniendo el conocimiento que no todos tenían alguna formación universitaria, pero el comité regional, haría la selección. Cuando participé en una reunión con el Servicio de salud, consulté quienes integrarían el comité y para mi sorpresa me expresaron que de los 8 participantes, sólo 4 eran MF universitarios y los demás, habían sido reconocidos a través de sus años de ejercicio ( perdón si los números no son tan exactos, pero era más menos esa la proporción). Mi primera reflexión es la escasa cantidad de MF en la región que están en el sistema público, que al parecer es la realidad país, por lo tanto, si no fuera por todos los demás médicos, desaparece la MF pública en Chile. Entonces, no merecen estos médicos, algún tipo de reconocimiento?. Sin desmerecer a aquellos que tuvieron la oportunidad de una formación universitaria, que no me cabe duda de sus conocimientos, pero están ejerciendo en otras áreas. Imagino las razones y el incentivo  detrás de esto.
Por otra parte, quiero ampliar sus miradas y comentarles que lo que me parece bochornoso son las CERTIFICACIONES de Centro de Salud Familiar, peor aún, si les comento cómo clasifican los niveles medio o superior. Esa es un área que me toca muy directamente y debo decir, que cualquier “establecimiento dividido en colores se considera CESFAM”. La pauta confeccionada en el año 2009, se sigue usando como referencia, pero los medios verificadores dan para cualquier cosa. 2 hojas se consideran un estudio de familia. Un afiche en la pared se considera educación a la población y el resto es rellenar con fotos un archivo power point que debe ser presentado en 1 hora para verificar como 80 indicadores. Ah perdón, me faltó la entrevista a los funcionarios si asistían a reuniones de equipo. Desconozco el proceso en otras regiones, pero he asistido a cursos con equipos de otras partes del país y la sensación es la misma. Siguen siendo “CONSULTORIOS APS”.
Volviendo a la certificación de los médicos, que más bien es sólo un reconocimiento y un incentivo para su permanencia, ya que sabemos que el 80% de los médicos del país están en el nivel secundario, y no reemplaza el CONACEM, pues tiene una vigencia inferior.
¿ Quien puede practicar la MF en estructuras basadas en el modelo biomédico, pero con colores? ¿Cuántos médicos lideran equipos? ¿ Cuantas autoridades aprueban que los médicos dediquen parte de su jornada a labores no asistencialistas y de contingencia? ¿Cuántos médicos pueden tener tiempo para capacitarse?.
A favor de los diplomas impartidos por el consorcio universitario, pienso que fue una de las ideas más inteligentes para formar seriamente a los profesionales APS, quizás no es la más óptima, pero se ajusta a la realidad de nuestro país, aun así, mis compañeros del diploma ( de comunas de la Región Metropolitana) hacían mucha catarsis respecto a lo que realmente podían aplicar. Para obtener el CONACEM, no basta con hacer los diplomas, simplemente éstos pretendían preparar a los médicos para dar el examen y cumplir los requisitos. Hasta que yo finalicé el año pasado, el proyecto era dictar una tercera parte que incluía la práctica en algunas áreas. Esa es la información que yo manejo.
Creo que la política del gobierno está basada en una visión desesperada de lo que ocurre. Me parece necesario elevar el nivel de formación de muchos de los equipos que ya están trabajando por años en la APS pública a través de las certificaciones formales, como por ejemplo el CONACEM, pero esto debería ser exigido y brindar la posibilidad de preparar el examen. No sólo los médicos, si no todo profesional, pues los pregrados están muy enfocados en el molde hospitalario aún.
Por otra parte, incluso preguntando directamente a mis tutores médicos de familia del diploma avanzado, aún desconozco cual seria el perfil de médico de familia en Chile. De hecho adjunto la primera tarea que nos dieron, cual fue reconocer nuestras competencias. Si lo leen con detención… que completo seria cualquier médico con todas esas características y me parece que si hay una especialidad que sólo se aprende en la práctica es la de MF, por lo tanto, es una carrera profesional en sí. Son tantas las áreas de desarrollo, como por ejemplo gestión, paliativos, investigación, etc. Encontrar todo eso en una misma persona, es una vida de capacitación. Dentro de lo mismo, vemos que hay dos miradas de la especialidad, aquella divida en niños y adultos y la que abarca ambos, ¿no será esto contraproducente como país?, o sea, seguimos sin un perfil definido para nuestro sistema público.  Los requisitos del CONACEM que copié en el mismo archivo, no me parecen tan exigentes, ni reflejan necesariamente el perfil propuesto.
El debate está recién comenzando. Más pasa el tiempo y los discursos políticos siguen entorno a fortalecer la APS a través de recursos económicos. No niego su importancia, pero creo que falta lo más importante y eso es RECONOCER EL ROL de la atención primaria en el sistema completo, si no, muchos buscarán ser reconocidos en el nivel secundario, a pesar de sueldos inferiores. Llevo 9 años soportando humillaciones, de manera directa o indirecta, del peor calibre de médicos del nivel hospitalario. Hace poco escribí una carta formal contra un docente especialista, de una universidad privada, que formalmente emitió juicios desprestigiando a la APS y la dirigí a la decana de la facultad de medicina. Entonces si a nivel académico esto sucede, ni pensar en el campus laboral. Menos si entre los especialistas MF y generales se crea este conflicto. Insisto, el sistema lo permitió y ha sobrevivido así con menos MF y con muchos Médicos generales. Otras profesiones han liderado el proceso de cambio de modelo como lo son matronas, enfermeras, etc. Hagámonos cargo de eso también.
Les confieso que me costó más mi incorporación a la sociedad chilena de medicina familiar que cuando postulé al College of Family Physicians of Canada. (Estoy finalizando un Master of Science in Family Medicine en Canadá). Me dio la impresión que también dentro de la sociedad se hace la diferencia entre el “formado universitario” y el médico general APS, cuando pensé que la visión era aunar fuerzas y aprovechar la instancia para fortalecer las capacitaciones formales. Hoy recuerden, que muchos de sus asociados, también estamos postulando al reconocimiento del servicio, no por ello comparto la forma, pero si el sistema permitió que esto llegara a este punto, hoy la mirada debe ser la mejora desde lo construido.
Dra Carmen Nadal

Carmen

1 comentario:

  1. Carmen, espectacular tu reflexión. Y que tal el examen? Como resulto todo?

    saludos.

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